Algún Apunte sobre epigenética.

La interacción entre la predisposición genética, los factores ambientales y los hábitos personales de cada paciente pueden influir en el desarrollo de enfermedades. Hasta hace poco se pensaba que nacíamos condenados por nuestros genes, que hiciéramos lo que hiciéramos, nuestros padres nos transmitían características que nos determinarían como individuos y de las cuales no podríamos escapar. Por suerte, en los últimos años se está demostrando que es incorrecto.

La epigenética es el campo que estudia cómo los genes pueden ser modulados según el ambiente en el que se encuentran. De esta forma, mejorando el entorno, se “encienden” o “apagan” genes que determinan si enfermamos o no. Esta “modulación” de genes sin alterar la secuencia de nuestro ADN puede lograrse a través de todo lo que nos rodea, nos llega, hacemos, sentimos y creemos… todo aquello a lo que estamos expuestos: los alimentos que consumimos, el aire que respiramos, las emociones que nos inundan, las personas con las que nos relacionamos, etc., pudiendo pasar a las nuevas generaciones.

La epigenética estudia las condiciones externas sobre los genes revolucionando la forma en que se pensaba que estaba controlada la vida y la herencia genética.

 

Los genes no son nuestro destino, no son algo inamovible y determinante

La epigenética es el estudio de los cambios hereditarios y estables en la expresión génica que ocurren a través de alteraciones en el cromosoma más que en la secuencia del ADN. A pesar de no alterar directamente la secuencia del ADN, los mecanismos epigenéticos pueden regular la expresión génica mediante modificaciones químicas de las bases del ADN y cambios en la superestructura cromosómica en la que se empaqueta el ADN.

En los últimos años se ha hecho evidente que los mecanismos relacionados con la interferencia del ARN pueden mediar en el depósito y la herencia transgeneracional de modificaciones específicas de la cromatina de una manera verdaderamente epigenética. Se ha avanzado rápidamente en la identificación de las proteínas efectoras de ARNi y cómo trabajan juntas para conferir respuestas epigenéticas duraderas, y los estudios iniciales apuntan a la posible relevancia fisiológica de dicha regulación.

El estudio se ha publicado ahora en la prestigiosa revista Nature Immunology. No solo se hereda lo que está escrito en la secuencia de ADN. Los estudios científicos muestran que las influencias ambientales también se transmiten a la siguiente generación. Un ejemplo: los niños que crecieron en el útero durante el hambre del invierno de 1944/45 muestran cambios típicos en su metabolismo como una adaptación a la escasez de alimentos durante el desarrollo y esto se asocia con un mayor riesgo de diabetes entre otras

Su ADN, o ácido desoxirribonucleico, es una molécula compuesta por dos cadenas largas de nucleótidos que se enrollan entre sí para formar una doble hélice. Es el material hereditario de los seres humanos y de casi todos los demás organismos el que lleva las instrucciones genéticas para el desarrollo, el funcionamiento, el crecimiento y la reproducción. Casi todas las células del cuerpo de una persona tienen el mismo ADN. La mayor parte del ADN se encuentra en el núcleo de la célula (donde se llama ADN nuclear), pero también se puede encontrar una pequeña cantidad de ADN en las mitocondrias (donde se llama ADN mitocondrial o mtDNA)». El ADN contiene el modelo para construir su cuerpo , pero es un documento vivo: las marcas epigenéticas pueden hacer ajustes al diseño

Seis semanas de ejercicio físico provocaron cambios en la información epigenética de las células del músculo esquelético en hombres jóvenes. Estos cambios tuvieron lugar en áreas del genoma que se han relacionado con enfermedades. Científicos de la Universidad de Copenhague dicen que su investigación muestra, por primera vez, cómo el ejercicio remodela el ADN en el músculo esquelético, de modo que se establecen nuevas señales para mantener el cuerpo saludable. Si bien es ampliamente conocido que el ejercicio físico regular disminuye el riesgo de prácticamente todas las enfermedades crónicas, los mecanismos en juego no se conocen por completo. Ahora, científicos de la Universidad de Copenhague han descubierto que los efectos beneficiosos del ejercicio físico pueden resultar en parte de cambios en la estructura de nuestro ADN. Estos cambios se denominan “epigenéticos”.

Biólogos de las Universidades de Bath y Viena han descubierto 71 nuevos genes ‘impresos’ en el genoma del ratón, un hallazgo que los acerca un paso más a desentrañar algunos de los misterios de la epigenética, un área de la ciencia que describe cómo se activan los genes y apagan en diferentes células en diferentes etapas de desarrollo y edad adulta.

¿Te atreves a leer "La Biología de la creencia" del Dr. B Lipton?

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